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Lo primero busca un joyero en zona seca, con las piezas separadas y evitando que las joyas estén expuestas al aire, si puede ser, lo más hermético posible.
Evita ponerte el perfume encima de tu pieza, puede cambiar el color de tu joya, en el caso de las perlas, piedras preciosas y semipreciosas tienes que tener especial cuidado porque puede afectar a su estado completamente.
Evita llevar las joyas puestas al hacer ejercicio, ya no solo por comodidad, sino porque nuestra sudoración puede reaccionar con ella y envejecer nuestras piezas.
No te aconsejo que lleves tu joya en el momento de meterte en el agua con cloro, se puede poner negra, ten en cuenta que algún tipo de óxidos utilizados tienen como componente el cloro, por algo será.
En el caso de meterte en la playa, tus joyas de plata lucirán más brillantes que nunca, pero cuidado si lleva algún tipo de oxidación por que la puedes perder. Por no decir que se las pueden llevar las olas…
Intentar no tener nuestras joyas cerca de madera, ya que puede desprender ácidos que puede afectar a la plata.
A la hora de limpiar nuestras piezas, mejor con jabón y un poquito de agua caliente y lo más importante es no utilizar ningún abrasivo, como puede ser crema dental, ni estropajo de ninguna dureza. Muy importante el secado de las piezas antes de guardarlas.
Si puedes lo mejor es un paño especial para la limpieza de plata y limpiador de joyas de plata líquido. NOTA: no lavar el trapo antes y menos antes de su utilización, tiene compuestos con poca abrasión, pero muy útiles para su fin.
Importante evitar maltratar las joyas, para que tengan una mayor vida. Después de estos consejos, solo nos falta disfrutar nuestras joyas y lucirlas siempre como el primer día.
